Todos los seres vivos intentan satisfacer dos fuerzas motrices naturales opuestas
Los animales están constantemente al máximo nivel de forma física para evitar convertirse en comida o morir de hambre por falta de ella. La supervivencia requiere una buena forma física y el movimiento utilizado para obtener alimento debe ser eficiente desde el punto de vista energético. Al mismo tiempo, el individuo quiere sobrevivir en reposo con el menor sacrificio energético posible. Almacena y reserva para un esfuerzo posterior. Los dos principios funcionan como un sistema circular continuo: durante el ciclo de búsqueda de alimento, se invierte energía para obtener el alimento que es la fuente de energía, para su posterior procesamiento y almacenamiento a fin de proporcionar la energía necesaria para el siguiente ciclo de inversión de energía. Es esta dualidad la que crea el equilibrio que mantiene el cuerpo en un alto nivel de forma y rendimiento físico.
Como humanos, hemos eliminado en gran medida el esfuerzo físico necesario para obtener alimentos mediante el pensamiento, y ahora lo hacemos de forma facultativa, lo que llamamos deporte. Sin embargo, en la mayoría de los casos, su intensidad, forma y frecuencia no cumplen los requisitos que nos harían físicamente capaces de obtener alimentos. Hoy en día, la supervivencia en cualquier circunstancia ya no es el objetivo, y hemos perdido el bucle natural de retroalimentación: sobrevivimos a pesar de una aptitud física insuficiente o inadecuada, pero lo pagamos con nuestra calidad de vida.
La consecuencia de este desequilibrio es que los complejos sistemas metabólicos que proporcionan la energía necesaria para mantener el rendimiento físico (como correr) simplemente se colapsan: no hay necesidad de vías y estructuras bioquímicas que proporcionen los requisitos energéticos para el ejercicio prolongado de baja intensidad, porque los requisitos energéticos a corto plazo de la mayoría de las actividades físicas pueden ser suministrados por mecanismos (principalmente el metabolismo de los carbohidratos) que normalmente son utilizados por el reino animal sólo para la mejora temporal del rendimiento. El cambio en el metabolismo se debe al hecho de que es más fácil -aunque indudablemente más peligroso a largo plazo- para el cuerpo utilizar carbohidratos fácilmente disponibles que depender constantemente, por ejemplo, del metabolismo de las grasas.
El mundo desarrollado vive una fiebre de "longevidad", la prolongación de la vida a toda costa, mientras que la calidad de vida a nivel individual es mucho más importante. En nuestros estudios universitarios, todos nos encontramos con el experimento fisiológico de mantener el corazón de una rana hueca en movimiento colgada de un gancho mediante la aplicación de diversos fluidos. Sólo más tarde me di cuenta de que este experimento tenía un mensaje importante: hoy en día, casi cualquier persona puede ser mantenida con vida durante cualquier periodo de tiempo, sólo es cuestión de dónde trazamos la línea de la vida.
En lugar de longevidad, el nuevo objetivo debería llamarse "Healthevity". De esto trata La Carrera del Microbioma.